Parece que al sentir una tensión, la oportunidad está en mirar hacia adentro... frente a la reacción que me impulsa hacia fuera.
Cuando me inclino a lo segundo, me pierdo la enseñanza.
Una tensión en una resistencia a algo que ocurre... y la mente buscará la responsabilidad de mi malestar en eso que ocurre, en ese que dice o hace algo "que me afecta".
Frente a la posibilidad de asumir la responsabilidad de lo que siento.
Cuando me abro a esto, descubro que...
La vida me cuenta...
Lo que hay en mí que se resiste a lo que ocurre...
Lo que hay de herida en esa resistencia.
Lo que me aleja de ella, la vida... y en ello, de mi.
Y al atender esto, puedo sanar... y encontrarme.
Sí... a veces adentrarme en el sentir da vértigo y el transito puede resultar doloroso.
Y quizás deje de ser el mismo cuando lo atraviese...
Pero me llevará a un espacio amplio en mi... espacio de paz y comprensión.
Y experimentaré que, al volver a ocurrir la circunstancia, no surge la misma tensión
Aprendizaje, sanación, liberación, crecimiento...
Que es independiente de que me guste o no lo que ocurre, de que actúe o no para responder a ello.
Lo que consigo es quitarle poder sobre mi bienestar... atenderme y sanar... descubrirme y vivirme en lo que realmente soy... actuar desde el equilibrio con el poder de la conciencia y la capacidad transformadora del amor.
Todo lo que ocurre es regalo...
Y allá donde mi mente ve conflicto, existe posibilidad.
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